Solo un 35% de los panes que se venden como integrales están hechos íntegramente con harina integral

Solo un 35% de los panes que se venden como integrales están hechos íntegramente con harina integral
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Si echas un vistazo al estante del supermercado donde se encuentran los productos "saludables" verás que el pan integral no puede faltar entre ellos.

Consumir productos elaborados con harina integral tiene diversos beneficios: más vitaminas que la harina blanca y más contenido en fibra, lo que nos hace sentirnos más saciados aunque comamos la misma cantidad, ayudándonos de esta forma a controlar el hambre y a adelgazar.

Lo llaman integral y no lo es

El problema es que algunos de esos productos que se venden como integrales no son tan integrales como parecen. De hecho, según un estudio realizado en la Universidad de Valladolid, solo el 35% de los productos de pan integral están elaborados íntegramente con harina integral, y el 15% incumplen la actual Reglamentación Técnica Sanitaria al mezclar harinas refinadas y salvado.

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El incumplimiento más generalizado se da entre los picos, colines y rosquilletas: en el 56% de ellos hay mezcla de harinas refinadas y salvado, y solo el 26% está hecho exclusivamente con harinas integrales. A cambio, los mejores resultados se dan en pan fresco (de barra o de molde) porque el 52% de los que se venden como integrales están hechos exclusivamente con harina integral.

Una normativa poco concreta

El problema es que en España, la normativa que regula este asunto, la Reglamentación Técnica Sanitaria, es poco específica al respecto de qué puede venderse como pan integral y qué no. Instaurada en 1984, esa norma dice que un producto puede llamarse integral cuando esté elaborado con harina integral, sin especificar el porcentaje.

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Así, no es irregular que estos productos se denominen integrales, aunque de hecho no estén cumpliendo con lo que publicitan de cara al consumidor.

Afortunadamente, esto podría cambiar pronto ya que se está tramitando un nuevo borrador para esta reglamentación. En ese nuevo texto se recoge que el apelativo de "integral" se deberá utilizar solo en productos elaborados al 100% con harinas integrales, y que cuando no sea así, deberá ser visible en la etiqueta el porcentaje de harina integral con el que se ha elaborado.

Imágenes | iStock
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