Ese es el titular (sensacionalista donde los haya) que hemos escuchado durante todo el fin de semana: hacerse selfies (autofotos de toda la vida) adelgaza. Pero ojo, porque esto hay que cogerlo con pinzas: la tesis que se ha presentado al respecto lo que realmente dice es que la pérdida de peso con una dieta personalizada es mayor si se realiza un seguimiento a base de imágenes. Esto ya nos cuadra más.
La tesis del doctor Isaac Elías Kuzmar "Aplicación de un nuevo enfoque terapéutico para el tratamiento de la obesidad" estudia, entre otras cosas, cómo afecta la variable de la imagen para seguir una dieta hipocalórica personalizada y para alcanzar los objetivos deseados en cuanto a pérdida de peso.
La tesis concluye que hacerse fotos de manera regular mientras estamos siguiendo un protocolo de pérdida de peso ayuda al paciente a mantener la adherencia a la dieta y a conseguir sus objetivos. A través de las nuevas tecnologías, como los teléfonos móviles, este registro visual, que debe llevarse a cabo una vez a la semana, lo podemos hacer nosotros mismos desde nuestra propia casa.
Al final del estudio, el 71,3% de los participantes consiguieron su objetivo, y además el 83,7% perdió centímetros de cintura. El estudio fue llevado a cabo durante 16 semanas sobre 271 pacientes (233 mujeres y 38 hombres) en una clínica de Barranquilla (Colombia).
Además de perder peso, el 88% de los participantes afirmó haber comprobado cómo había mejorado su imagen a través de las fotos.
La imagen puede ser un medio de motivación y de registro de nuestros avances muy bueno para generar adherencia y seguir mejorando, siempre y cuando sea utilizado de manera responsable.
¿Os hacéis fotos para registrar vuestros progresos en dieta y gimnasio?
Imagen | iStock
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Más información | Aplicación de un nuevo enfoque terapéutico para el tratamiento de la obesidad (Kuzmar, I., 2015)
