Hay muchos factores que pueden determinar la cantidad que comemos, y las porciones juegan un importante papel cuando intentamos reducir las calorías ingeridas a diario con la finalidad de adelgazar, por eso hoy traemos un sencillo truco para comer menos: llevar los platos ya servidos a la mesa.
Si no llevamos toda la comida y por el contrario, servimos cada plato en la cocina para después llevarlos a la mesa, podemos controlar fácilmente la cantidad a consumir y comer menos cantidad que si tenemos frente a nosotros una gran fuente cargada de comida lista para ingerir.
Un estudio respalda este truco al comprobar que llevar los platos ya servidos a la mesa puede reducir en un 20% la ingesta calórica, por eso, puede ser un gran recurso para las personas con exceso de peso que necesitan reducir las calorías diarias casi sin percibirlo.
Al parecer, el simple hecho de ver la comida tiene mucho peso sobre nosotros y nos incentiva a comer, por eso, si cuando acaba el plato ya servido no hay más alimento sobre la mesa, nada nos estimulará a seguir comiendo.
Ésto mismo se ha comprobado a la inversa en otras investigaciones, ya que por ejemplo, si colocamos una fuente llena de frutas frescas a la vista de todos, el consumo de estos alimentos se incrementa notablemente.
Entonces, usemos estos recursos para comer menos sin darnos cuenta, son trucos sencillos de concretar que pueden ayudarnos a perder unos kilos por el sólo hecho de comer lo necesario y no más allá de esto.
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