Ejercicio físico e hipertensión: el entrenamiento que mejor te va en el gimnasio

Ejercicio físico e hipertensión: el entrenamiento que mejor te va en el gimnasio

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Ejercicio físico e hipertensión: el entrenamiento que mejor te va en el gimnasio

Cuando padecemos hipertesión podemos sentir cierto recelo a la hora de hacer ejercicio. Este miedo se relaciona con las dudas sobre realizar una actividad que pueda aumentar en exceso nuestras pulsaciones y que no sea seguro. Sin embargo, hacer deporte es beneficioso como parte del tratamiento contra la hipertensión. Lo importante es que sepamos qué tipos de ejercicios son más recomendables y con qué frecuencia podemos hacerlos.

Qué es la hipertensión

La hipertensión se trata de un aumento en la presión arterial lo que provoca que las arterias se endurezcan para poder soportar esa alta presión a largo plazo. Se trata de una patología que es perfectamente tratable. Para ello, es importante que acudamos al médico de manera que nos ofrezca un tratamiento adecuado y sigamos un control periódico.

De no seguir un tratamiento adecuado, la hipertensión puede provocar complicaciones que sean más graves como trombosis, hemorragia o infartos. Los síntomas de la hipertensión pueden no resultar claros o no durar el tiempo suficiente como para que seamos capaces de reconocerlos. Es recomendable, por tanto, que midamos nuestra tensión arterial periódicamente. De esta manera, si existe algún problema o alguna variación la podremos detectar lo antes posible.

Por qué se produce la hipertensión

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A pesar de que todavía se desconocen las causas concretas que provocan la hipertensión, sí que se sabe que existen algunos factores de riesgo que pueden favorecer su aparición. Algunos de ellos, como los factores genéticos, el sexo, la edad o la raza no son modificables. En este sentido, los hombres, las personas de raza negra y las personas mayores tienen más riesgo de padecer hipertensión.

Sin embargo, algunos otros factores de riesgo sí que son modificables, como la obesidad y el sobrepeso o el consumo de sustancias. A mayor peso, las personas tienen mayor riesgo de sufrir hipertensión. Además, el consumo de alcohol, nicotina o cocaína - e incluso remedios naturales hechos a base de regaliz - pueden aumentar el riesgo de padecer hipertensión.

Cómo ayuda el ejercicio a tratar la hipertensión

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Realizar deporte, como parte del tratamiento de la hipertensión, puede ofrecer numerosos beneficios para los pacientes:

  • Control de la tensión arterial, colesterol y glucosa

  • Control de factores asociados: padecer de ansiedad, estrés o depresión puede afectar a las personas que tengan hipertensión. Realizar deporte ayuda a controlar y tratar también esas patologías.

El mejor entrenamiento en gimnasio contra la hipertensión

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Lo ideal si padecemos hipertensión, antes de empezar a hacer ejercicio, es que acudamos al médico y le consultemos cuáles son nuestras opciones. Dependiendo de nuestros niveles de hipertensión el médico podrá indicarnos un tipo de ejercicio u otro.

En cualquier caso, existen una serie de ejercicios que podemos hacer el en gimnasio que son especialmente beneficiosos en el tratamiento de la hipertensión. En general, los ejercicios más recomendados en personas que padecen hipertensión son los aeróbicos, concretamente los que suponen una larga duración a intensidad no demasiado elevada.

Lo recomendable son entrenamientos de entre 30-60 minutos al menos tres veces a la semana

En general, aunque dependerá de la capacidad personal de cada paciente y de su situación, lo ideal es un entrenamiento diario de unos 30-60 minutos. En cualquier caso, tres veces a la semana también puede ser recomendable siempre que seamos constantes. En el gimnasio podemos hacer uso de las cintas de correr para caminar o correr. Otra opción es la máquina de remo o las bicicletas estáticas.

Si no queremos hacer uso de las máquinas, las clases colectivas aeróbicas o de baile también pueden ser una buena idea si preferimos este tipo de ejercicios. Es recomendable que, mientras estamos llevando a cabo estas actividades, hagamos uso de un pulsómetro o tensiómetro que mida el estado de nuestra tensión y las pulsaciones no superen las recomendadas por nuestro médico. En general, se recomienda que no superen el 50-70% de la capacidad máxima.

En cuanto al ejercicio de fuerza, se puede utilizar como complemento del aeróbico. En este sentido, se puede utilizar el levantamiento de pesas, pero teniendo en cuenta una serie de pautas: el peso no puede ser muy elevado. En cambio, lo ideal es que el peso a levantar sea bajo mientras que el número de repeticiones sea elevado. De esta manera protegeremos nuestra musculatura.

La importancia de la alimentación

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Además del ejercicio, debemos saber claramente que la alimentación es un factor muy importante a la hora de controlar nuestra hipertensión. Por ello, lo recomendable es que evitemos los alimentos ultraprocesados que contienen alto contenido en sal y potasio. Es importante que consumamos Omega 3 y Omega 6 equilibrando ambos.

En nuestro país existe un déficit de vitamina D, a pesar de las horas de sol. La falta de esta vitamina puede provocar rigidez arterial lo que puede afectar a la hipertensión. Debemos procurar consumir alimentos que nos ofrezcan esta vitamina. Incorporar grasas saludables como el aguacate, el pescado azul o los frutos secos es recomendable en estos casos.

Imágenes | Unsplash

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