La constancia en el gimnasio

La constancia en el gimnasio
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Hay algo que hemos observado en el gimnasio y es que hay épocas en las que se abarrota y otras en las que sólo vamos los fieles a los hierros. Hemos hablado con los dueños del gimnasio y nos dicen que no hay constancia en el gimnasio, comentan que mucha gente está apuntada todo el año pero sólo acuden dos ó tres meses en todo ese tiempo.

Rebuscando en internet sobre la estadística de constancia en el gimnasio leemos que la mitad de las personas que se apuntan al gimnasio lo abandonan antes de los seis meses, pero con mi experiencia he podido contemplar como la gran mayoría que se apuntan en ciertas épocas del año lo abandonan en un par de meses o bien sólo acuden al mismo temporadas concretas del año.

Un vistazo a…
Cómo elegir bien TU GIMNASIO

Si eres un habitual del gimnasio sabrás cuales son estas temporadas, habrás visto cómo hay ciertos meses en los que las máquinas del gimnasio tienen cola para realizar los ejercicios o que debes ir con mucho tiempo de antelación para coger bicicleta en la sala de spinning. Las tres épocas de las que hablamos son:

  • Septiembre-Octubre: al acabar el verano se vuelve al gimnasio en un intento por volver a la vida rutinaria después de las vacaciones.

  • Enero-febrero: según acaban las fecha navideñas (no antes de reyes) por los mismos motivos pero sobre todo por el típico lema ?año nuevo, vida nueva?.

  • Mayo: este es el mes de los ?preplaya?, en un mes o mes y medio empieza el verano y la gran mayoría quiere un milagro para quitarse de encima los famosos flotadores.

Todo el mundo llega al gimnasio con sus pretensiones a corto plazo, y lo hace sobre todo por estética, por salud o simplemente por romper el sedentarismo en el que se vive. Apuntarse es muy fácil pero más fácil es soñar y no intentar pensar a medio o largo plazo, y al de unos meses se abandona con la misma facilidad con que se empezó. Los motivos más usuales de abandono suelen ser:

  • No conseguir adaptarse a la rutina de acudir con frecuencia al gimnasio.

  • Pereza diaria de realizar los ejercicios.

  • Poca profesionalidad del monitor del gimnasio.

  • Falta de tiempo por motivos personales o laborales.

  • El aburrimiento o desgana de hacer algo que no gusta.

Los dos primeros meses son claves, ya que puede que los cambios sean muy buenos, bajando los kilos previstos y logrando una buena tonificación muscular, o por el contrario que sean muy malos, sin tener mejoras susceptibles. Parece que el segundo caso es la principal causa del abandono del gimnasio, pero lo es igual o incluso más el primer caso, ya que en los meses sucesivos los cambios no van a ser tan espectaculares y eso normalmente provoca desilusión y acaba con el mismo resultado.

Consejos generales para ser constante en el gimnasio



Lo verdaderamente importante a la hora de ir al gimnasio es tener motivación, ser constante y que te guste realizar ese deporte. Los dos primeros conceptos están claros pero el tercero es muy importante ya que cualquier actividad que se vaya a realizar debe ser agradable y no hacerlo forzosamente, porque al final se acabará abandonando. Así que lo ideal es practicar una disciplina que guste, bien sea fitness, spinning, cardio, running, body pump, GAP

Plantearse unos objetivos a corto plazo está muy bien, pero es importante tener visión a medio y largo plazo con el fin de no quedarse anclado una vez acabado los objetivos iniciales. Plantearte retos personales más allá de unos simples kilos de grasa, como mejorar tus marcas en dominadas o press de banca, preparar una carrera popular o un maratón, o cualquier cosa que se te ocurra.

Algo muy importante es no buscar una excusa para faltar a uno de tus días semanales de gimnasio, ya que si lo haces una vez pronto lo harás una vez más y acabará siendo una costumbre. Fuérzate a ir los días marcados, si faltas un día intenta ir uno que no deberías. Ajusta tus horarios de entreno a tu vida y haz que acudir al gimnasio forme parte de tu rutina diaria de vida, no que sea una obligación.

Si el monitor del gimnasio no hace su trabajo o no es profesional o lo hace con desgana, siempre puedes cambiar de gimnasio, pero, si por diferentes motivos no puedes hacerlo, no te apures porque cualquiera de tus compañeros de gimnasio te echará un cable. Si algo he aprendido es que la gente más experimentada está siempre encantada de ayudar a los nuevos, ya que todos hemos sido alguna vez nuevos en el gimnasio. Pregunta y pide consejo sin miedo, te aseguro que nadie ser reirá de ti.

En una próxima entrada os daremos unos consejos para elegir un buen gimnasio y que sea este un motivo por el que acudir día a día a hacer nuestra práctica deportiva y no todo lo contrario.

En Vitónica | Primeros pasos en el gimnasio (I)
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Imagen | Wikimedia, Wikimedia

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