Kinesiotaping y propiocepción

Kinesiotaping y propiocepción
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El Kinesiotaping o  vendaje neuro-muscular, ya se ha hablado en Vitónica sobre esta técnica de vendaje o forma de tratamiento, de donde procede, que efectos produce, indicaciones… Pero esta vez vamos a hablar de la forma de actuar de estas “pegatinas” de colores y de por qué producen los distintos efectos.

Podemos empezar diciendo que la técnica de vendaje con el Kinesiotaping tiene dos aspectos fundamentales:

  • Aumentar el tono muscular

  • Disminuir el tono muscular

Con esto no quiere decir que pongamos más duro o fuerte o más flojo o débil el músculo, sino que aumentamos o disminuimos levemente la tonicidad latente del músculo la cual interfiere en la entrada en acción de las fibras de este.

El cerebro no entiende de músculos o movimientos, entiende de posiciones en el espacio (“Debo llevar la mano de esta posición X a esta otra Y”) y sabe de esta gracias a los propioceptores que se encuentran en los músculos, ligamentos, tendones, cápsulas articulares, piel…

Pues bien, al colocar el Kinesiotaping (tiene unas formas específicas de colocación según la acción que se quiera provocar) “engañamos” a este sistema indicándole que el músculo está más relajado de lo que en realidad está o que está más tonificado de lo que lo está en realidad, a través de la excitación de distintos receptores cutáneos. Con lo que el Sistema nervioso tomará cartas en el asunto, Disminuyendo el tono o aumentándolo y de esta forma conseguimos el efecto deseado. Teniendo también, por tanto, un alto componente propioceptivo, tanto como para prevención de lesiones como para la recuperación de estas.

A partir de ahí el profesional de la salud utilizará estas técnicas en distintos músculos y funciones según lo que necesite realizar, disminuir dolor, equilibrar una articulación, reforzarla, evitar sobrecargas…

Imagen| Ignacio Fabiani

En Vitónica | Las tiras de Kinesiotape

Vía| Blogfisio

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