Todo sobre la rodilla (IX): Lesión de ligamento cruzado anterior y posterior

Todo sobre la rodilla (IX): Lesión de ligamento cruzado anterior y posterior
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Después de ponernos en situación con la introducción anatómica y biomecánica de la rodilla, comentar algunos de sus músculos, ligamentos, funcionamiento… Pasamos a uno de los temas que creo que puede ser más interesantes, por la frecuencia y gravedad de lo que vamos a contar: la lesión de ligamento cruzado anterior y posterior.

Para aprovechar este tema es muy importante conocer la anatomía y funcionamiento de los ligamentos cruzados, por lo que os recomiendo repasar esa lectura antes de entrar en las lesiones de ligamentos cruzados de rodilla.

Las lesiones de los ligamentos cruzados son extremadamente típicas en el deporte. Ya sea fútbol, baloncesto, artes marciales, escalada, carrera… es una lesión que suele ocurrir, debido principalmente al mecanismo lesional que la provoca. Vamos a diferenciar y hablar por separado de las lesiones de cada uno de los ligamentos, para luego comentar los apartados comunes.

Lesión del ligamento cruzado anterior (LCA).

El mecanismo más típico de este tipo de lesión es indirecto: apoyo del cuerpo en el pie que queda fijo en el suelo mientras el resto del cuerpo gira hacia fuera. La hemos visto mucho en fútbol, pero también se produce en otros deportes.

La lesión del LCA puede venir sola, aunque no es raro que se acompañe de daño en otro de los ligamentos de la rodilla o en alguno de los meniscos (el interno habitualmente).

Lesión del ligamento cruzado posterior (LCP).

La lesión puede ser por mecanismo directo: choque de la rodilla flexionada (por ejemplo, contra el salpicadero del coche en un accidente de tráfico). También puede producirse por caída desde una altura elevada, cayendo sobre los pies con la rodilla flexionada (esto puede lesionar LCP y LCA). También puede asociarse a lesión de menisco (externo normalmente).

Síntomas

Es habitual el dolor muy limitante. La persona no puede ponerse de pie, o lo hace sin poder apoyar la pierna lesionada, o apoyando con mucha dificultad y casi sin poder caminar (genera impotencia funcional).

También puede referir inestabilidad en la marcha, o sensaciones del tipo “la rodilla se va” o “la rodilla se desencaja”. Suelen producirse chasquidos, tanto en el momento de la lesión como después.

El mecanismo lesional también ayuda a hacerse una idea de las estructuras dañadas, así como la exploración física. Se valoran los movimientos de la rodilla, y se hacen pruebas para comprobar si hay dolor y si la rodilla es estable. Si la rodilla tiene exceso de movilidad en una dirección, esto indica que el ligamento que debería evitar ese movimiento está lesionado.

Tratamiento en las lesiones de ligamentos cruzados

Dependiendo de la gravedad de la lesión, el tratamiento será conservador: medidas de reposo, hielo, compresión con vendaje elástico y elevación, además de tratamiento fisioterápico par luchar contra el dolor, la inflamación, la rigidez y ejercicios para potenciar la musculatura, cuádriceps fundamentalmente.

En el caso de que se produzca rotura, existe compromiso de la estabilidad, por lo que la intervención quirúrgica es el tratamiento de elección. Eso sí, la recuperación es lenta y exige sacrificio. Incluso en deportistas de élite el tiempo hasta la vuelta a la actividad es un mínimo de 6 meses, debido a que es el tiempo necesario para hacer una buena recuperación, pero sobre todo para asegurar que el ligamento insertado en la operación se asienta bien en el hueso y ofrece estabilidad a la articulación.

Y termino el artículo con la sensación de haberme quedado prácticamente con todo por contar. Mientras más escribo sobre la rodilla, más me doy cuenta de la complejidad de esta articulación y sus lesiones, y de la dificultad de sintetizarlo y exponerlo para vosotros, pero no voy a parar hasta que esté todo a vuestro gusto.

En los siguientes artículos de la serie hablaré más a fondo sobre la recuperación de este tipo de lesiones de los ligamentos cruzados, comentando de forma más específica el tratamiento, tanto quirúrgico como fisioterápico. Proseguiré con las lesiones de ligamentos laterales y otras patologías de rodilla. Espero que os resulte interesante y dejéis vuestras aportaciones en los comentarios.

Imagen | dctim1

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