El "sillón ball" consiste en la cómoda tarea de pasar largas horas sentados o recostados en el sofá viendo televisión.
Como es de esperar, no se creía a esta actividad beneficiosa para la salud, sin embargo, la buena noticia llegó para los amantes del "sillón ball" si lo que siguen por la pantalla son deportes.
Con el reciente término de las Olimpiadas y con el inicio de otros eventos deportivos, una investigación explica que no sólo es bueno para el cerebro realizar actividad física y deportes, sino que, verlos en televisión podría tener repercusiones similares.
Según el reciente estudio, tanto los que practican deportes como aquellos que ven a otros realizarlos, mejoran sus habilidades mentales y su comprensión del lenguaje.
Para concluir lo antes dicho, se evaluó a 12 jugadores de hockey sobre hielo, a 8 seguidores del deporte que no lo practicaban y a 9 individuos que ni jugaban ni veían hockey en la pantalla.
Después de aplicar pruebas de comprensión, los resultados muestran que las actividades no relacionadas con el lenguaje, como practicar o ver deportes, mejoran igualmente las habilidades lingüísticas y comprensivas de la gente.
Al parecer, ver deportes, al igual que practicarlos, pone en funcionamiento áreas cerebrales implicadas en la comprensión de palabras.
El hallazgo permite conocer que el cerebro es más influenciable de lo que se pensaba, ya que resulta afectado aún con actividades no lingüísticas y el deporte, practicado o no, altera las redes neuronales del lenguaje.
Según se puede detectar, las personas familiarizadas con la terminología del deporte, pueden identificar no sólo las acciones relacionadas con la actividad que es de su agrado, sino también, identifican más rápidamente acciones rutinarias alejadas del deporte.
Es decir, todo lo que rodea a los aficionados del deporte que gustan de verlo por televisión es la causa del mejor funcionamiento cerebral.
Si bien los beneficios mentales de practicar deporte se reproducen cuando se los vive desde el sofá, sería bueno conocer cuáles son lo efectos sobre el físico y el funcionamiento orgánico de nuestro cuerpo. Pues hasta el momento, quedarse sentado largas horas frente a una pantalla, sólo se traduce en una vida sedentaria y todo lo que ello implica.
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