Tres posturas de Yoga para ser un mejor corredor

Tres posturas de Yoga para ser un mejor corredor

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Tres posturas de Yoga para ser un mejor corredor

Si sales a correr de forma habitual, ya sabrás que el Yoga es uno de los mejores compañeros del runner. A través de las diferentes posturas o asanas podemos no solo trabajar la fuerza de nuestras piernas y musculatura de la zona media, muy interesante para los runners, sino también conseguir esa consciencia corporal que nos ayuda a correr mejor.

Para que puedas mejorar en tus entrenamientos de running y eso se note en los días de competición, te enseñamos tres posturas de Yoga que te ayudan a ser un mejor corredor.

Postura del zapatero o baddha konasana

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Tener una buena movilidad de cadera es básico para cualquier corredor, y la postura del zapatero o, en sánscrito, baddha konasana, nos ayuda a conseguirlo.

Para llevarla a cabo, nos sentamos en el suelo con las piernas estiradas hacia adelante. Flexionamos una rodilla y después la otra de modo que las plantas de nuestros pies queden unidas e intentamos llevar las rodillas lo más cerca del suelo que podamos.

Nuestra espalda debe permanecer erguida, nuestros hombros relajados y nuestra mirada al frente. Si notas molestias al abrir tus caderas, puedes colocar una almohada debajo de cada rodilla.

Postura de la luna creciente o anjaneyasana

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La musculatura de la zona central del cuerpo o del core es básica para los corredores, ya que nos ayuda a mantener una postura correcta mientras estamos corriendo. La postura de la luna creciente o, en sánscrito, anjaneyasana, nos ayuda a activar los erectores espinales, que nos mantienen erguidos, y a trabajar la musculatura de la zona lumbar.

Para realizar la postura de la luna creciente, que también nos ayuda a abrir nuestras caderas, nos colocamos de rodillas en el suelo, con la pierna derecha adelantada y las manos apoyadas en el suelo a ambos lados del pie derecho. La rodilla derecha, flexionada, debe quedar justo encima del pie derecho, mientras que la rodilla izquierda descansa sobre el suelo.

Desde esta postura nos erguimos hacia el techo subiendo nuestros brazos a ambos lados de las orejas, con las palmas de las manos unidas. Una vez que estamos erguidos, inspiramos profundamente por la nariz y realizamos una extensión hacia atrás de nuestra columna llegando lo más lejos posible.

Si somos principiantes podemos colocar los bloques de Yoga o la rueda de Yoga debajo de la pierna que queda adelantada para ganar en estabilidad.

Postura de la pinza y de la media pinza o uttanasana y ardha uttanasana

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Si de algo solemos pecar los runners es de tener, en muchas ocasiones, los isquios acortados. El síndrome de acortamiento isquiosural es una patología bastante común entre los corredores, que repercute haciéndonos perder la estabilidad de nuestra pelvis en carrera y perjudicando a nuestra postura.

Trabajar muy poco a poco las posturas de la media pinza y la pinza o, en sánscrito, ardha uttanasana y uttanasana, nos ayudará a estirar toda nuestra cadena posterior, algo que nos beneficiará a la hora de correr.

Si eres principiante o no tienes mucha flexibilidad, también puedes practicar estas asanas: lo único que tienes que hacer es colocar unos bloques de Yoga delante de ti (o un banquito si no tienes bloques) y apoyar las manos sobre ellos en lugar de sobre el suelo. Según vayas mejorando, si eres constante, podrás llegar un poco más abajo.

Imágenes | Unsplash, iStock
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